¡Qué dulzura y qué ojazos!
¿A que dan ganas de comérsela enterita, como si fuera de algodón de azúcar?
Esta preciosidad ha sido nuestro último trabajo. Tanto la quiere su familia, que nos encargaron un llavero para cada uno de sus miembros.
Aquí
va la original, y seguidamente su "clon". Esperamos que os guste, pues
las hemos realizado con muchísimo cariño, por la dulzura que desprende.
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